La liberación del sufrimiento no solo es posible, sino que se dará inevitablemente más tarde o más temprano. Yo me trabajo interiormente a mí mismo para ahorrarme tiempo y por tanto sufrimiento.
Quizás te digas a ti mism@ que no sufres y que no tienes necesidad de liberarte de algo que no tienes. O es posible que pienses que el sufrimiento es normal y que forma parte de la vida. Pero eso es solo una forma de ver, aunque muy arraigada. Sin embargo, no tienes por qué seguir viendo así. Si no estás de acuerdo está bien. Pero espera, basta con que te des cuenta de que podrías estar mejor, de que quieres estar mejor y claro, que estás dispuest@ a hacer algo al respecto.
Normalmente, esta disposición viene cuando no estamos bien o sentimos una fuerte llamada, sea consciente o no. A menudo nos decidimos a indagar en nosostr@s mism@s porque ya hemos probado otras muchas cosas que no nos han funcionado.
Bueno, en realidad, el verdadero trabajo no se trata de rituales sino de entrenamiento mental, si estos sirven a ese propósito, perfecto. En el video te propongo un ejercicio que puedes habituarte a hacer cuando quieras, claro. Por la noche, antes de acostarte, como cuando nos lavamos los dientes, es ideal, porque te permite tener un sueño, un descanso más profundo al liberarte de carga. Es como una limpieza. Todos cuidamos nuestra higiene personal física, pero olvidamos a menudo una muy importante y fundamental, nuestra higiene mental.
Por la mañana, al despertarte, también puedes hacerlo, al menos acostumbrarte a agradecer, si quieres. Hacerlo, en la medida que te permitas, te prepara y te predispone para abordar el día con una mente más abierta, tranquila y confiada. Es una cuestión de práctica. No desesperes, no te desanimes, es un camino largo que hay que abordar con mucha paciencia, mucha amabilidad con un@ mism@ y grandes dosis de buen humor, riéndose de un@ mism@. Y siempre puedes parar un instante y ver las cosas de otra manera. Te darás cuenta de que muchas veces no quieres hacerlo y pones excusas y justificaciones. No importa, está bien. Cuando estés dispuest@ de nuevo vuelve a hacerlo. Crea el hábito y lo agradecerás mucho más de lo que puedas imaginar.
Es esencial que recuerdes que solo puedes ver las cosas de otra manera y también que solo puedes agradecer verdaderamente, cuando lo haces dejándote guiar por esa parte de tu mente donde reside tu Ser verdadero, tu Ser amoroso de Luz, libre de juicios y de límites. Y que, por tanto, todo lo abarca, de manera que no tiene opuestos, está unificado con Todo, es Uno. Deja que Él haga por ti, echándote a un lado, sin interferir. No tienes que saber cómo hacerlo, Él lo sabe. Es simplemente abrirte a esa disposición, nada más y nada menos.
Buena práctica
Buen camino
Gracias
Namaste